El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que el atentado terrorista perpetrado en una sinagoga de Jerusalén y que se saldó con cinco muertos traspasó todos los límites.
"El último crimen sangriento en Jerusalén, donde la gente que oraba fue atacada con hachas, eso ya es una situación más allá de los límites", dijo el líder ruso durante una sesión del Consejo de Seguridad nacional.
Cuatro rabinos que estaban rezando y un policía druso que arribó para protegerlos fueron asesinados en el atentado contra la sinagoga de Kehilat Bnei Torah, que acabó con los dos terroristas
palestinos abatidos por agentes del orden.
"La vida no nos ha dejado de dar nuevas lecciones y, aunque aparentemente están lejos de nuestras fronteras, las debemos tomar en consideración", declaró Putin.
Y agregó: "Somos conscientes del peligro de las manifestaciones (de violencia) de este tipo. Debemos tomar a tiempo las decisiones que preserven a nuestro país de cosas como esa".
Además, el jefe del Kremlin advirtió sobre las "irreversibles" consecuencias de la propagación de las ideas extremistas para un país multinacional como Rusia, por lo que llamó a "erradicar" cualquier brote extremista que puede provocar un conflicto étnico, social o religioso. EFE y Aurora
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