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miércoles, 8 de enero de 2014

El Vaticano comparecerá ante la ONU por los abusos sexuales contra menores: CRIN

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Fuente: Rocío Méndez Robles

Yates aclaró que "el abuso sexual infantil al Interior de la Iglesia Católica es un problema mundial que ha afectado a miles de niños. Algunas de las 'técnicas' empleadas por la iglesia -ante las denuncias- muestran su desprecio por los derechos de los niños y la ley," consideró el CRIN.

El próximo 16 de enero, una delegación del Vaticano comparecerá en audiencia en Ginebra, ante el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, dentro de la investigación sobre las denuncias de abuso sexual a menores por parte de clérigos católicos de todo el mundo y un posible esquema de protección de pederastas de la Santa Sede. "El Papa Francisco y la Iglesia Católica tienen una clara oportunidad para ayudar a las víctimas cuyas vidas han sido 'destrozadas' por el abuso infantil padecido y ayudar a evitar 'más sufrimiento'," manifiesta la Red Internacional de los Derechos del Niño, (Child Rights International Network, CRIN).

"Esta es la primera vez que la Santa Sede ha sido presionada por casos de abuso sexual por parte del Comité de los Derechos de los Niños del mundo y eso es de importancia internacional", dijo Verónica Yates, directora del CRIN, en un posicionamiento público.

"Sabemos que el abuso infantil ocurre en otras instituciones cerradas, pero la Santa Sede de la Iglesia Católica es un Estado de la ONU que ha firmado voluntariamente a la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño; un documento legalmente vinculante que incluye, entre otros, el derecho del niño a la protección contra la violencia y el abuso sexual," insistió el CRIN.

Yates aclaró que "el abuso sexual infantil al Interior de la Iglesia Católica es un problema mundial que ha afectado a miles de niños. Algunas de las 'técnicas' empleadas por la iglesia -ante las denuncias- muestran su desprecio por los derechos de los niños y la ley," consideró el CRIN.

Un ejemplo de ello, precisó Yates, es la "cura geográfica," diseñada para reubicar, olvidar y esconder debajo de la alfombra, los casos de maltrato infantil para proteger a la institución. Hay numerosos ejemplos de sacerdotes acusados ​​de abuso que han sido transferidos. por lo general de Europa o América del Norte hacia África o América Latina y la Santa Sede "no ha dado ninguna indicación de esas prácticas se han detenido," apuntó la defensora de los derechos del niño.

Yates confió en que el Comité de la ONU dará recomendaciones fuertes a la Santa Sede para cambiar sus leyes y políticas, por lo que los abusadores de niños puedan ser castigado y ya no se puedan ocultar detrás de un manto de silencio."

"Esperamos -dijo la activista- que la revisión también de a las víctimas el valor y la oportunidad para avanzar y buscar la justicia por los crímenes que han sufrido."

La Iglesia Católica ha sido demasiado lenta para hacer frente al problema, admitió Danny Sullivan, presidente de la Comisión Nacional de Salvaguardia Católica. "La Iglesia católica reconoce que le tomó tiempo identificar la dimensión del abuso de menores dentro de la Iglesia y los Papas sucesivos han lamentado esto y se han disculpado y reunido con las víctimas y sobrevivientes".

Pero, agregó, la reputación de la iglesia no es lo más importante - sino el daño causado a las víctimas y a los sobrevivientes, que es la principal preocupación de la iglesia.

Sullivan destacó que el grupo de ocho cardenales encargados por el Papa Francisco para ayudar con las reformas en la iglesia han creado en primera instancia una comisión de salvaguardia en el Vaticano, que refleja a su entender, la seriedad con que el Papa Francisco toma el tema del abuso infantil. Pero será importante que la comisión esté abierta, transparente y sólida, señaló.

Contradictoriamente, aclara el CRIN, la Santa Sede se ha negado a proporcionar los datos que le ha solicitado la Comisión de las Naciones Unidas sobre sus investigaciones internas ante el abuso de menores por parte de sacerdotes; lo que es visto como otro ejemplo de que la Iglesia católica pone su reputación por encima de los derechos de las víctimas y hasta de posibles futuras víctimas. También se ha dicho que el Vaticano se esconde detrás de tecnicismos legales. La ONU, entre otras cosas, pidió detalles de como el Vaticano se aseguraba que los sacerdotes identificados como perdedores sexuales no tuvieran contacto con los niños y cuáles fueron las directrices dadas para garantizar que la iglesia informara de casos conocidos a la policía. Sin embargo, dice la CRIN, la Santa Sede dejó entrever que, si se les presionaba demasiado en estos temas, el Vaticano podría dar por terminado o hasta retirarse del Tratado de las Naciones Unidas.

La Red Internacional de los Derechos del Niño consideró que una resolución crítica de la ONU sería perjudicial, en un momento en que la Iglesia Católica está tratando de presentar una nueva imagen, aunque reconoce que el Comité de la ONU por los derechos del niño no tiene facultades legales para castigar a los culpables o imponer la reforma.

"La Iglesia Católica Romana tiene una historia terrible de encubrimientos, negaciones y de traslados de los perpetradores de abusos sexuales de un lugar a otro", dijo Peter Saunders, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Personas abusados ​​en la niñez (NAPAC), consultado por la CRIN.

"La mayoría de las víctimas de abuso sexual sometidos por curas católicos han expresado un cierto convencimiento de que la Iglesia se ha tomado en serio este problema y que será necesario para ver que sucedan grandes cosas para considerar que han recibido algún tipo de "justicia". Pero si la Iglesia Católica no entrega su información sobre los abusos sexuales cometidos por el clero, nada de esto tendrá sentido y creo que el Vaticano ya se está negando a hacerlo", lamentó Saunders.

"En NAPAC, finalizó, escuchamos de personas abusadas por judios, musulmanes, budistas...", dijo Saunders tras aclaras que el abuso no conoce fronteras, por lo que pidió que todas las organizaciones religiosas sean investigadas, ya que el abuso sexual contra menores ha llegado al grado de una epidemia mundial. Y no hay que olvidar a las organizaciones seculares que también tienen mucho que responder a ante estas

Violaciones," concluyó Saunders.

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