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viernes, 25 de mayo de 2012

Le sacan a un niño los ojos, su propia madre, en un acto de fanatismo.

El fanatismo religioso, y la torpeza de creer en supersticiones, han traido la desgracia a un pobre niño de 5 años. en cd neza, estado de mexico, mexico.


Joven mexicana le saca los ojos a su hijo en un ritual

A las 9:01 AM, por Luis Santamaría
Categorías : General, Satanismo
Una mexicana que participaba supuestamente en un ritual satánico en el Estado de México dejó ciego a su hijo de 5 años al sacarle los ojos, informaron ayer, 24 de mayo, fuentes médicas y del municipio de Nezahualcóyotl, en el centro del país. Una representante del ayuntamiento de esta localidad dijo a Efe que siete personas fueron detenidas por policías municipales y agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, entre ellos la presunta agresora, identificada como Carmen Ríos García, de 23 años.
“Lo que creemos, es una hipótesis, es que era un ritual satánico. Ellos hablan de ceremonia religiosa”, declaró Mayra Pérez, subdirectora de información del ayuntamiento de Nezahualcóyotl, en el centro de México. Los hechos ocurrieron el 24 de mayo en la colonia San Agustín Atlapulco, donde diez personas, tres de ellas menores, estaban encerradas en una vivienda realizando “una ceremonia religiosa”, explicó la fuente.
Uno de los presentes, hermano de la supuesta agresora, dijo a las autoridades que la mujer “tenía al menor” de 5 años “en sus brazos” y pidió a los demás asistentes a la ceremonia que cerraran los ojos. Fue entonces cuando al parecer sucedió la agresión contra el menor, identificado como Fernando, cuya madre le metió los dedos en los ojos y le dejó ciego, añadió la fuente.
Alertados por familiares del menor y de la agresora, policías municipales trasladaron a Fernando a un hospital local y desde allí, por la gravedad de las heridas, en helicóptero, a otro de la Cruz Roja primero y después al Pediátrico de Tacubaya de Ciudad de México, donde la salud del menor es estable, según fuentes médicas.
El tío del niño agredido, Jesús Ríos, de 25 años, afirmó que varios de los presentes en la ceremonia, que se celebraba desde hace varios días, estaban bajo el influjo de “alguna droga o en shock”, lo que impidió auxiliar al pequeño. La Fiscalía del Estado de México ha abierto una investigación sobre los hechos y por ahora se desconoce si alguno de los adultos que se encontraban presentes en el momento de la ceremonia será procesado.
Además de los arrestados, un menor de 8 años y un bebé de nueve meses fueron rescatados en el inmueble donde sucedió el aparente ritual. Sobre el estado de salud de Fernando, fuentes de la Secretaría de Salud del Distrito Federal dijeron a Efe que se encuentra sedado, fuera de peligro, pero con “un traumatismo severo en ojos que le provoca la lesión irreversible” y le ha dejado ciego de por vida.
El parte médico al que tuvo acceso Efe señala que “después de un encierro de cuatro días, la madre seguramente no lo soportó y en un acto de histeria o desesperación se lanzó contra el niño de 5 años”, al que provocó lesiones fatales con sus propios dedos. El pequeño también presenta mordiscos en un brazo y una oreja, agregó la misma fuente.
En Univisión leemos que “de milagro está vivo”, tal como dijo un reportero de Formato 21 citando a los médicos que le atendían. Roberto Chávez Manjarrez, paramédico que se encargó del traslado, confirmó: “sí viene grave”, citó Formato 21. El menor arribó al nosocomio con los ojos vendados y oxígeno.
La propia madre le arrancó los ojos con sus propias manos. La tía del menor, precisó la televisiva Milenio, se encargó de sujetar al menor mientras la madre lo dañaba de manera irreparable. El medio informa que los médicos tratarán de salvarle al menos uno de los dos ojos, pues el otro está completamente destrozado.

La familia parecía normal
La familia involucrada en la mutilación del pequeño durante un presunto ritual satánico aparentaba ser normal, afirman vecinos de San Agustín Atlapulco, en el municipio de Nezahualcóyotl. Según escribe Josué Huerta en El Universal, explicaron que desde el día 21 escucharon alabanzas, interpretadas por mujeres, y notaron situaciones “raras” dentro de la vivienda, como gritos, que atribuyeron a conflictos familiares.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México aseguró la vivienda, la cual cuenta con dos plantas, en condiciones precarias. En el patio sólo quedó un triciclo y bolsas de basura. Los vecinos se dijeron estar muy extrañados e incluso muy asustados por la situación. Isaac Acevedo, fiscal regional de Nezahualcóyolt explicó que Carmen “N", de 23 años de edad, y su hermana Ruth “N", de 22 años, se perfilan como las presuntas autoras materiales de la mutilación.

El fin del mundo
En entrevista en ForoTV, un funcionario explicó que de acuerdo a los hechos, ocho personas se encontraban al interior de la vivienda ubicada en una vecindad de la zona, para iniciar el ritual, pues suponían que el mundo se acabaría el próximo 28 de mayo con la presencia de un gran temblor; la victimaria, que encabezaba la actividad, solicitó que cerraran los ojos.
Sin embargo, el menor se negó a hacerlo, por lo que la mujer ordenó que le fueran sacados los glóbulos oculares; de acuerdo con Acevedo, tras recibir la llamada de auxilio llegaron en el momento en que la tía sostenía al menor mientras la madre le sacaba “los ojos con las manos”, por lo que fueron detenidas junto a las otras seis personas al interior del lugar. De acuerdo con el funcionario, las personas realizaban un supuesto ritual de santería; sin embargo, los detenidos sólo serán investigados por el delito de agresión al menor.
Según informa Associated Press, las autoridades dijeron que entre los detenidos se encuentran los abuelos del menor y dos hermanos de la mamá. El fiscal dijo que el papá del pequeño no se encontraba en el lugar ni “estaba al tanto” de lo que había sucedido.
Hace unas semanas, en el estado norteño de Sonora, los miembros de una familia fueron acusados del asesinato de dos niños de 10 años y una mujer de 55 años durante un ritual de ofrecimiento al culto de la Santa Muerte. El portavoz del gobierno de Nezahualcóyotl, Fernando Chávez, dijo que no se habían encontrado indicios de que la agresión contra el niño fuera un ritual a la Santa Muerte.

Trance y fanatismo
Según pasan las horas, nos vamos enterando de más detalles, que proporciona la prensa mexicana. A continuación, lo publicado por el diario Milenio. “¡Se acabó! ¡Es el fin del mundo!”, exclamó Carmen, de 23 años, y pidió a sus familiares que cerraran los ojos, y entre rezos e implorando a Dios, con sus manos le extrajo los ojos a su hijo Fernando, de 5 años, y además en varias ocasiones le mordió el rostro, el cuello y otras partes de su cuerpo.
Este hecho de fanatismo religioso ocurrió en Nezahualcóyotl, Estado de México; sin embargo, el secretario de Seguridad Ciudadana, Salvador Neme, reveló que la mujer y otros siete familiares declararon ante el Ministerio Público que se trató de un ritual satánico, en el que decidieron quitarle los ojos al menor para “evitar un terremoto de grandes magnitudes”.
De acuerdo con agentes que participaron en la detención, “al momento en que los policías municipales y ministeriales ingresaron al domicilio advirtieron que se encontraban personas cercanas a un menor y una de ellas decía ‘¡vamos a matarlo para sacarle el demonio, hay que evitar el terremoto para salvar este mundo terrenal!’”, mientras los demás rezaban y decían palabras incoherentes, complementó Neme.
Los hechos ocurrieron en la casa ubicada en manzana 34 lote 5 de la calle Graciano Sánchez, colonia San Agustín Atlapulco, y de acuerdo con los vecinos de la familia, ésta decidió encerrarse en su domicilio desde el pasado 20 de mayo. “El lunes, como a las 5:00 horas, cuando me iba por la leche de mis hijas, escuché que rezaban en el cuarto de su azotea; otra vecina encendió su estéreo y le subió todo el volumen para no escucharlos”, narró una vecina a condición de no revelar su nombre.
“Ellos eran muy tranquilos, decían que eran cristianos, y comentaban que estaba por llegar el fin del mundo, que se iban a encerrar en su casa porque ahí se sentían seguros”, comentó otro vecino. El día 24, los habitantes de la calle Graciano Sánchez volvieron a tener noticias de sus vecinos, aproximadamente a las 7:45 horas. “Uno de ellos salió gritando de la casa pidiendo que le ayudáramos, que estaban matando a uno de los niños”.
La policía recibió llamadas telefónicas reportando el hecho, por lo que varias patrullas arribaron al lugar y al salir de la casa lo hicieron llevándose al niño Fernando, quien llevaba el rostro cubierto de sangre. Los policías trasladaron al menor hasta el palacio municipal, donde ya los esperaba un helicóptero Relámpago de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el cual lo trasladó hasta la Cruz Roja Mexicana de Polanco.
En ese lugar ya lo esperaba la ambulancia número 1, cuyo comandante Roberto Chávez Manjarrez lo trasladó rápidamente hasta el Hospital Infantil de Tacubaya. “El niño fue trasladado con suero y le proporcionamos oxigenoterapia; sus signos vitales y su frecuencia cardiaca estaban estables”, comentó el socorrista, pero en el Hospital Infantil no pudieron hacer más y a las 17:00 horas fue trasladado a Legaria, debido a que tuvo una fuga de líquido encefaloraquídeo.
En el transcurso de la mañana el pequeño sería evaluado por un equipo de médicos neurocirujanos para determinar si procedía una operación craneoencefálica, porque se dañan “los nervios que conectan al tubo encefaloraquídeo”. “El menor está grave, presenta un traumatismo severo ocular bilateral; lesiones oculares severas con probable enucleación bilateral con laceración en ángulos de los párpados, varias mordidas en la cara y cuello en el brazo izquierdo y oreja derecha”, dio a conocer la Secretaría de Salud.
Y agregó: “El menor está estable, pero delicado dadas las agresiones. El pronóstico esperado es bueno para la vida y malo para la función ocular con riesgos altos de infección local y diseminada, así como los riesgos inherentes de procedimientos quirúrgicos”. Los involucrados son Carmen Ríos García, de 23 años, y sus hermanos Jesús, de 25, y Ruth, de 22, así como Joselyn Mayela Maciel, de 20, Martha García Vargas y Ciro Ríos Benítez, de 48 y 57 años, respectivamente, además de tres menores de edad. Al momento de su detención “todos los mayores de edad estaban en un especie de trance”, se leía en el reporte policiaco.


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